De este modo –señala el autor-, el éxito o el fracaso terapéutico dependerá no sólo de los factores específicos (la farmacodinamia, la farmacoquinética y la biodisponibilidad de los medicamentos), sino también de los factores inespecíficos, entre los que prevalecen las expectativas del enfermo, de su familia y de su ambiente sociocultural, e incluso las del propio terapeuta.
Tampoco puede desconocerse la interacción recíproca de la administración de psicofármacos y la psicoterapia, ya que tanto puede ésta modificar la sensibilidad del enfermo a nivel neuroquímico, permitiendo así reproducir la dosificación, como pueden aquéllos disminuir la angustia e imponer una modificación de las parámetros del tratamiento verbal.
La ponderación constante de todos estos aspectos responde a la convicción del autor de que sólo a través de la acción multidisciplinaria podrán alcanzarse resultados óptimos en el logro de la meta común: aliviar los sufrimientos del enfermo psíquico y facilitar su reinserción social.
Julio Moizeszowicz, médico psiquiatra, realizó estudios especializados de psicofarmacología en la República Federal de Alemania. Se desempeña actualmente como supervisor del Equipo de Psicofarmacología del Hospital Israelita de Buenos Aires; es candidato de la Asociación Psicoanalítica de Buenos Aires y miembro de la Asociación Médica Argentina, la Asociación Argentina de Psicofarmacología, la Asociación Psiquiátrica Mundial y el International College of Psychosomatic Medicine.